Streaming de Gente de Coros

Lunario Santo, poema de José Pedroni, música de Marcelo Valva

Nos cuenta Marcelo sobre el Lunario...

"Mi primer contacto con José Pedroni no provino –como hubiese sido lo normal- de la lectura de su obra poética, sino a través de las canciones que tan bellamente musicalizaron Damián Sánchez y César Isella.
Asombrado y admirado por tanta belleza y sencillez quise yo también ponerle música a algunos de sus poemas, pese a que por aquel lejano comienzo de los ‘80 no había escrito prácticamente nada aún, y, mucho menos, musicalizado algún texto.
Cuando cayó en mis manos “Gracia Plena” me puse inmediatamente a leerlo para acometer esa tarea; pero los poemas estructuralmente hábiles para el género canción ya habían sido utilizados por los compositores antes mencionados.
No obstante, al leer el “Lunario Santo”, dos ideas se me aparecieron: la primera fue que las “nueve lunas” podían integrarse como una cantata, al igual que “Los Caudillos”, la “Cantata Sudamericana” o “Mujeres Argentinas” –todas de Ramírez y Luna-, un género que siempre me apasionó.
El segundo pensamiento fue si yo –apenas un mero arreglador de canciones folklóricas- podría abordar tan insólita, desmesurada e impertinente tarea.
No obstante, borroneé algunas anotaciones en lápiz sobre el ejemplar indicando ideas que se me fueron ocurriendo.
El proyecto –obviamente- cayó en el olvido hasta que un día de enero de 1981 adquirí, en una librería de Mar del Plata (vaya coincidencia), una edición muy rústica del Lunario. Mientras viajaba en colectivo empecé a releerlo al tiempo que diversas melodías (que no se de dónde venían) iban revistiendo los bellos versos. Claro que esos sonidos y estructuras desaparecieron al instante, pero la idea de que tal tarea era posible quedó latente.
Creo no ser original si afirmo que el peor momento que transita la creación es el “horror vacui”; un miedo al papel el blanco, y a no saber por dónde y cómo empezar a escribir una obra.
En mi caso, una sola certeza tenía: la de integrar la estructura de la canción popular al género sinfónico coral.
Si tuviese que escribir algunas palabras acerca de los distintos fragmentos que componen este ciclo podría decir que la primera y la última luna comienzan con el mismo motivo barroco, lo cual le da a la obra un carácter circular. Es que (pensaba en ese momento) la alegría de saber que un hijo está en camino y la alegría de recibirlo es la misma. En la segunda luna aparecen la duda y el miedo y puede encontrarse allí algún resabio de la “teoría de afectos”.
La tercera y la sexta están exclusivamente a cargo de un recitante, a fin de darle variedad al ciclo, aunque este interactúa y participa en otros momentos.
La cuarta y la quinta son dos canciones de amor. La séptima relata el juego íntimo y hogareño de buscar el nombre del que está “por llegar” y el ritmo de valsecito no es casual. En la octava la angustia vuelve a aparecer en quien cuenta la historia (el hombre, el padre) y en la novena, la asombrada felicidad culmina el –como ya dijimos- circular (como la luna) ciclo.
El “Lunario” es una obra de juventud que amé y denosté, rechacé y volví a aceptar a regañadientes. Muchas veces me burlé de sus simples armonías (también la “avant garde” me ganó durante años) pero como Carlyle (citado por Borges) dijo: toda obra humana es deleznable, pero su ejecución no lo es.
El Lunario puede antojársenos inocente y predecible. Pero escribirlo fue para mí un camino iniciático y es el reservorio de una suma de recuerdos únicos: la desdibujada y emocionada tarde en la cual, junto al Grupo Vocal Antara, le cantamos a Doña Elena (esposa de JP), la cuarta luna; el haber fatigado las pueblerinas calles que él había a su vez fatigado; el haber conocido su última puerta horizontal: un trozo de piedra blanca, simple como sus versos, todo ello buscando su presencia, el motivo de su inspiración, y –es dable confesarlo- su permiso para musicalizar sus versos (la respuesta quedará entre nosotros dos); y el haberlo dirigido el día que supe que mi segundo hijo había empezado a caminar hacia la vida.
Pero creo que el último objetivo de haber acometido esta desigual batalla es contribuir a que la obra de Pedroni sea descubierta o redescubirta. Si tal azar ocurre, tal vez no todas las notas que
musicalizan esta obra monumental sean del todo vanas."
...

Les dejamos los links de la obra completa

1a. Luna


2a. Luna


3a. Luna


4a. Luna


5a. Luna


6a. Luna


7a. Luna


8a. Luna


9a. Luna